EXCELENCIA EN LA FRONTERA

Cuando estaba en la enseñanza media, Juan Parra solía mirar a la educación superior como un objetivo muy difícil de alcanzar. Entendía que se requería un esfuerzo económico mayor para financiar sus estudios y un rendimiento académico sobresaliente.

Cursando el segundo año medio, comenzó a prestar atención a las clases que dirigía su profesor de Historia y Geografía. Era un docente joven, egresado de la UFRO, que contagiaba sus ganas de enseñar y su forma de entregar el conocimiento. “Fui poniendo atención a las clases y me di el tiempo de escucharlo. Las clases se me hacían cortas y crecía mi interés por aprender más”, cuenta.

Con el paso de los meses, Juan Parra tomó una decisión: si tuviera la oportunidad de llegar a la universidad, optaría por estudiar Pedagogía en Historia. Esa oportunidad apareció en abril de 2016 cuando llegó hasta su liceo una delegación del Programa “Yo Quiero Ser Profesor” de la Universidad de La Frontera.

Junto a otros treinta estudiantes del Liceo Martín Kleinkhecht Palma de Toltén, rindió un test vocacional. Era una prueba distinta, recuerda, donde había mucho razonamiento y preguntas sobre cómo resolver determinadas situaciones en el aula.

Unos meses después llegaría la noticia que tanto esperaba: Juan fue uno de los dos alumnos aceptados para ser parte del programa e ingresar así a la universidad. Hoy cursa el primer año de la carrera de Pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica en la UFRO.

OPORTUNIDAD

“Era mi única oportunidad de ingresar a la universidad y fue la única que se presentó en todo mi liceo. La única y la mejor. Esas oportunidades se presentan una sola vez en la vida”, dice recordando todo el proceso que vivió hasta llegar a la educación superior.

Durante el segundo semestre del 2016 y tras ser aceptado en el Programa “Yo Quiero Ser Profesor”, Juan debía viajar todos los sábados desde Toltén a Temuco para asistir a clases en la UFRO. Allí fue conociendo los primeros contenidos pedagógicos y confirmando su vocación de enseñar. “Al principio fue difícil porque no conocía a nadie, pero poco a poco todo se fue dando. Era muy entretenido venir a clases y fui confirmando que la pedagogía era lo mío”, indica.

En medio de sus primeros meses en el programa, surgió una dificultad: debía trasladarse a Llanquihue para realizar su práctica de técnico profesional de Elaboración Industrial de Alimentos en la Empresa Cecinas Llanquihue y así terminar la educación media.

Su vocación y sus ganas de lograr su sueño de llegar a la universidad, lo llevaron a tomar fuerzas y hacer el sacrificio de viajar todos los sábados desde Llanquihue hasta Temuco y continuar con el Programa “Yo Quiero Ser Profesor”.

VOCACIÓN

Por estos días Juan Parra está en pleno desarrollo del segundo semestre académico de su carrera. Reconoce que los primeros meses en la universidad fueron difíciles, pero poco a poco se fue haciendo de amigos y confirmando sus ganas de enseñar.

“Me parece muy destacable que se premie la vocación de estudiar pedagogía. Uno puede tener todo lo necesario para sacar una carrera, pero si no hay vocación, uno va a estar incómodo haciendo algo que no le gusta”, sostiene.

Actualmente sigue ligado al Programa “Yo Quiero Ser Profesor” como alumno laborante. Todos los sábados recibe y orienta a otros jóvenes que, como alguna vez lo hizo él, buscan confirmar su oportunidad de llegar a la educación superior.

“El apoyo en lo emocional y económico que me ha brindado el programa, ha sido fundamental. Disfruto viniendo los sábados ayudando a los chicos a resolver sus dudas. Cada cosa del programa me sigue reafirmando que esto es lo que quiero”, finaliza.

Su enseñanza media la cursó en el Liceo Martín Kleinknecht Palma de Toltén. Es el menor de tres hermanos y el primer integrante de su familia en llegar a la educación superior.

Rindió un test vocacional junto a otros treinta estudiantes para ser parte del Programa “Yo Quiero Ser Profesor” de la Universidad de La Frontera. Fue uno de los dos jóvenes seleccionados.

Antes de ingresar a la educación superior, debía viajar todos los sábados desde Toltén a Temuco para asistir a clases en el Programa “Yo Quiero Ser Profesor” de la UFRO.

Sigue ligado al Programa “Yo Quiero Ser Profesor” como alumno laborante. Todos los sábados recibe y orienta a otros jóvenes que, como alguna vez lo hizo él, buscan confirmar su oportunidad de llegar a la educación superior.